La leyenda estadounidense de la lucha libre
profesional Hulk Hogan murió a los 71 años tras sufrir un paro cardíaco en su
residencia de Clearwater, Florida, según informó TMZ Sports. Durante
la mañana del jueves, servicios de
emergencia acudieron al domicilio del ex luchador, desde el que fue trasladado
en una ambulancia.
Vecinos del lugar aseguraron que varias
patrullas y paramédicos permanecieron frente a la casa mientras se realizaban
los primeros auxilios,
según reportan las crónicas periodísticas locales. La noticia conmocionó al mundo del entretenimiento, especialmente
porque su entorno había desmentido días atrás rumores sobre un estado crítico
de salud después de algunas operaciones recientes.
Antes de su
irrupción, la lucha libre era un espectáculo de nicho. Su carisma, su
musculatura imponente y la teatralidad en el ring lo convirtieron en un ídolo de multitudes, que atrajo niños, padres y
nuevos fanáticos que hasta entonces no seguían este deporte. Fue incluido
en el Salón de la Fama de la WWE en
2005, pero en 2015 fue expulsado tras la filtración de un video privado donde
realizaba comentarios racistas. El sitio
Gawker publicó la grabación sin su
consentimiento, lo que derivó en un juicio que Hogan ganó. En 2020 fue
reincorporado al Salón de la Fama, esta vez como miembro del NWO.
Además de su carrera en el ring, tuvo una participación en la televisión y el cine. Debutó en la pantalla grande en 1982 con Rocky III. Allí interpretó al personaje “Thunderlips” (Labios de Trueno). Luego protagonizó películas como Sin barreras, Suburban Commando y Mr. Nanny. También fue estrella del reality show de VH1 Hogan Knows Best, donde compartió su vida familiar con Linda, Nick y Brooke.