Tanto en Buenos Aires como en el resto del país desde ayer
se vio un inusual despliegue de fuerzas en puntos estratégicos para la
comunidad judía.
El aumento de seguridad responde al reciente ataque de
Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán, ante el temor de posibles
represalias o actos vandálicos en puntos estratégicos ubicados en territorio
nacional.
Según un comunicado oficial, los principales focos de
vigilancia incluyen la embajada de Israel, la residencia del embajador y la del
agregado militar, así como instituciones educativas israelíes, desde jardines
de infantes hasta escuelas primarias y secundarias, donde el eje está puesto en
la protección de menores en el ámbito escolar.
Uno de los puntos más sensibles bajo custodia es la sede de
la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en Capital Federal, escenario
del atentado terrorista más grave en la historia del país, ocurrido en 1994,
donde murieron 85 personas y más de 300 resultaron heridas.