Boca arrancó el Mundial de Clubes con un empate por 2-2 ante Benfica que si bien en la previa parecía un gran resultado, por el desarrollo del juego dejó con cierta bronca a los hinchas y a todos los integrantes del “Xeneize”, ya que Nicolás Otamendi lo empató a los 38 minutos del segundo tiempo. Pero lo importante es que el conjunto argentino sigue con chances de clasificarse en el Grupo “C”. ¿Cuáles fueron las buenas y malas que dejó el encuentro?

 

LAS TRES BUENAS PARA BOCA

 

1) Lo primero que hace enorgullecer a todos los hinchas de Boca es que el equipo estuvo a la altura de las circunstancias. En el primer partido de Miguel Ángel Russo como entrenador mejoró considerablemente con respecto a lo que había mostrado en el año con Fernando Gago y durante el interinato de Mariano Herrón.

 

No solo porque cumplió el plan de partido, que estuvo muy cerca de salirle a la perfección, sino que más allá de lo futbolístico, los jugadores dieron una muestra de carácter y disputaron el encuentro como si se tratase de una final, aspecto que en el último tiempo había sido muy criticado por muchos hinchas.

 

2) El resultado deja a Boca con chances de clasificarse a los octavos de final del torneo y seguramente en la previa al partido la mayoría de los hinchas hubiesen "firmado" arrancar el torneo sin perder ante el conjunto europeo. No obstante, al analizar el desarrollo del juego en el que el “Xeneize” llegó a estar con dos goles de ventaja y durante un rato tuvo un hombre de más, hay cierto sabor amargo.

 

Una victoria hubiera puesto al equipo de La Ribera muy cerca de la clasificación a la próxima ronda y ahora dependerá de otros factores, pero por cómo había llegado a este certamen y la calidad del rival, puede considerarse una buena noticia.

 

3) Pese al poco tiempo de trabajo, el último director técnico que levantó la Copa Libertadores con el club le imprimió su sello al equipo y logró que varios jugadores levantaran su nivel, como Ayrton Costa, Miguel Merentiel y Lautaro Blanco, mientras que otros que venían flojos promediaron un aceptable rendimiento, como Alan Velasco y Luis Advíncula.

 

Además, entre otros de los aciertos del entrenador hay que marcar la decisión de usar a Rodrigo Battaglia como volante central, un puesto donde prácticamente no se había desempeñado desde que llegó al club y fue uno de los más destacados.

 

LAS MALAS DEL EMPATE CON BENFICA

 

1) No haber podido controlar el juego durante el segundo tiempo, tal como lo había hecho en la primera etapa, fue el gran déficit que mostró el equipo de Miguel Russo. Obvio que para eso hay que evaluar los factores que lo llevaron a defenderse más cerca de su área, que en parte fue el ímpetu con el que Benfica intentó llegar al empate.

 

A Boca le faltó definir bien algunos contraataques que podría haber tenido mientras el equipo portugués iba en busca del empate y tampoco logró aprovechar el hombre de más con el que contó entre los 72 y los 88 minutos debido a la expulsión de Andrea Belotti.

 

2) Es cierto que el resultado puede considerarse un punto a favor en la previa, pero también un punto en contra porque el equipo había logrado una ventaja de dos goles. Si se hubiese quedado con los tres puntos, con solo vencer a Auckland City se aseguraría la clasificación, pero ahora deberá esperar otros resultados o, al menos, empatar ante Bayern Múnich, algo que parece difícil de conseguir.

 

3) Por último, un aspecto negativo para Russo son la cantidad de bajas que tendrá para el próximo partido frente al elenco alemán porque Nicolás Figal fue expulsado y el técnico deberá buscar un reemplazante. El único central derecho natural es Lautaro Di Lollo, aunque el DT podría sumar a Battaglia a la zaga central y hacer cambios en el mediocampo.

 

El otro que vio la roja fue el volante Ander Herrera, pese a que también se lesionó a los 20 minutos del primer tiempo y sumó un nuevo problema muscular desde que llegó al club. El desgaste físico también afectó a otros futbolistas, como Miguel Merentiel, quien fue reemplazado, aunque podría estar frente al Bayern.