En la Casa Rosada suelen repetir a menudo que “la motosierra
es infinita”, aunque esta, a veces, encuentra resistencias en el plano de lo
real.
El Gobierno enfrentará esta semana una agenda mediática que
estará protagonizada por la continuidad de los reclamos de recomposición
salarial en el Hospital Garrahan, así como la sesión convocada por la oposición
en la Cámara de Diputados, que buscará tratar proyectos para aumentar las
jubilaciones y declarar la emergencia en discapacidad.
Aunque en diferentes dimensiones, ambas cuestiones apuntan a
un incremento del gasto que el Ejecutivo no está dispuesto a relegar. “No hay
ninguna chance de que toquemos el Presupuesto”, afirmó una altísima figura de
la Casa Rosada al ser consultado sobre los proyectos que la oposición no
dialoguista con La Libertad Avanza quiere impulsar en el Congreso.
Las expectativas del oficialismo para el miércoles no serían
buenas. Creen que Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para
Siempre, Coalición Cívica y el Frente de Izquierda terminaron de configurar un
temario de sesión que tiene chances de conseguir quórum y, posteriormente, que
se aprueben algunos de los temas clave.
Si esto se da en Diputados, donde La Libertad Avanza tiene
más margen de acción, el panorama pretende ser más desalentador para el Senado.
Es por eso que en la Presidencia de Diputados comenzaron a
elevar públicamente las consecuencias de que las iniciativas de aumento
jubilatorio y extensión de moratoria se aprueben.
“Proponen una sesión con proyectos de ley que, de aprobarse, tendrían un costo fiscal de más de 12.000 millones de dólares (1.8% PBI). Se esconden una vez más detrás de causas nobles con el solo fin de intentar romper el equilibrio fiscal que tanto nos costó conseguir”, publicó Martín Menem en su cuenta de X.