Ricardo Darín brindó una larga entrevista
con Andy Kusnetzoff y equipo. A esta altura, y salvo que el lector haya
logrado habitar otro mundo en las últimas dos semanas, con Darín hay un tema
obligado: hablar de El Eternauta, de su inmediato éxito argento y su ¿inesperado? éxito
global.
Primeras
sensaciones luego de tantos elogios unánimes. “Ante todo -explicó Darín tratando de enumerar las razones del fenómeno,
y lo primero que destaca pasa por el orgullo nacional- porque fue hecho con mucho enfoque, por decirlo de una forma tranquila.
Con mucho respeto por el original, teniendo en cuenta además que es una versión
y que tenés que mover las piezas porque si no no te da. Yo creo que más allá de la ciencia ficción, más allá de la realización,
que realmente es muy, muy buena, lo que pasa es esta cosa de sentir que acá se
puede”.
Y
siguió: “Estamos tan cascoteados en
algunos aspectos que cuando algo logra reunir esa especie de unanimidad, en ese
sentido, la serie te inflama la argentinidad. Y hay algo también de El Eternauta, eso de nadie se salva
solo. O, también, lo viejo funciona... Para
mí son dos cosas que no son casualidades. Hay varias consignas
buenísimas".
Se sabe, el original de El Eternauta, guionado por Héctor Germán
Oesterheld y dibujado por Francisco Solano López, salió en 1957. La serie
de Netflix está adaptada y dirigida
por Bruno Stagnaro (Pizza, birra y faso, Okupas, Un gallo para Esculapio). Dijo
Darín: “Cuando se habla de una muy buena
producción, no se habla solamente de la realización, sino del criterio. La
idea era armar un equipo como el que se armó, en donde cada uno que entra a jugar, juega bien y con la cabeza de
Stagnaro...”.
“Había que meterse con una historia icónica
argentina que ya sabíamos que había muchos fanáticos acá, y muchos en España,
también -cosa que me sorprendió muchísimo- porque la historieta en sí no es solamente algo admirado y venerado en nuestro
país. Volviendo, había que meterse con una historia de esas
características, llevarlo a una
producción audiovisual, aunque tengas a Netflix atrás. Y poder cranear las cosas como lo hizo Bruno”.
Darín también destacó la decisión de
incorporar el ingrediente de la Guerra de las Malvinas, de
Otro
momento de la charla se enfocó en los géneros: “Yo nunca había hecho ciencia ficción y la verdad es que tampoco lo
tenía en mis planes. Pero en este caso, cuando me cuentan de qué se trata,
la versión en la que los personajes iban a tener otras edades y con Bruno a la
cabeza. Y Netflix... Ahí dije sí, tirate
a la pileta porque: hay agua. ¡Tráiganme la cucaracha!...”
Parte
fundamental de la historia, los bichos, fueron generando intriga, antes que
nada, en el mismo elenco: “Había mucha
expectativas -contó Darín-. ¿Cómo eran? Un día, por fin aparecieron. En
postproducción trabajaron muchísimo y la verdad es que quedó muy bien. Sobre
todo encontrar cuál es el movimiento, cómo funcionan, cómo se agrupan, cómo
reaccionan...”.
Y
enseguida entró en detalles del rodaje: “Ese
tipo de de escenas generalmente no eran en estudio, salvo un par, pero
generalmente era en una locación ya ambientada con nieve y demás. Y la
columna de autos apilados. O sea, tenías
la sensación de la dimensión que iba a tener aunque no estuvieran los
cascarudos...”.
“Hay movimientos de los autos en la medida
en que los cascarudos los pisan. Tenían armado un sistema en el cual,
cuando se supone que veíamos un cascarudo y que estaba allá arriba en ese
momento, ellos manejaban la mecánica de
forma tal en que se movieran los autos y ahí nosotros imagináramos a los
cascarudos”, agregó.
En un
momento de la charla, Darín tira un dato seguramente no muy conocido: “El primero que me ofrece hacer El Eternauta -hace unos años ya- fue
Alex de la Iglesia. El estaba obsesionado, pero yo, la verdad, no era de
las historietas que más me gustaban. Yo
estaba con tonterías. Yo era más de Patoruzú e Isidoro a full. A pesar de que leía El Tony o Dartagnan,
todas esas revistas de historietas. Pero esa vez, Alex me regaló el
original y me leí El Eternauta”.
Hacia el final de la entrevista, Darín quiso ser más contundente: “Este es el momento para decir que más allá de la producción, más allá de la realización, El Eternauta es una historia del carajo. Vos agarrás lo que quieras de ciencia ficción y están las que son espectaculares, regulares, hay de todo. Pero esta tiene una combinación, una fusión entre lo que es el comportamiento humano frente a las situaciones realmente bravas de supervivencia, pero además con el plus de la argentinidad. Y eso, creo, le otorgó otra capa más de lectura que es una de las cosas -por lo que estoy leyendo- que más impactó afuera, ¿no?”, completó.