Por primera vez desde su reestatización en 2008, Aerolíneas
Argentinas informó que no requerirá fondos del Estado nacional durante todo
2025, según notificó al ministerio de Economía.
El dato marca un hito histórico para la empresa, que en los
últimos 16 años acumuló u$s8.000 millones en transferencias estatales para
cubrir su déficit operativo.
En promedio, Aerolíneas registraba pérdidas operativas de
u$s400 millones anuales medidas a través del indicador EBIT (ganancias antes de
intereses e impuestos), el principal parámetro que utiliza la industria
aerocomercial para medir eficiencia.
Sin embargo, la situación comenzó a revertirse en 2024,
cuando la compañía —bajo la conducción de Fabián Lombardo— alcanzó un superávit
operativo de u$s20,2 millones y un resultado económico positivo de $156.324
millones (equivalente a más de u$s150 millones).
Estas cifras están siendo auditadas por la consultora
internacional KPMG y serán oficializadas en los próximos meses.
El giro financiero de la empresa se explica principalmente
por una política de reducción de costos, que incluyó el recorte del 15% de su
planta de personal, con la salida de más de 1.600 empleados y la eliminación de
85 cargos jerárquicos. Hoy, Aerolíneas presenta el menor promedio de empleados
por avión de su historia.