La conductora Viviana Canosa fue denunciada
penalmente por tráfico de influencias, luego de reconocer al aire que
intervino en un trámite funerario de Lizy Tagliani tras la muerte de su madre, gestionando -según su propio relato-
certificados médicos a través de contactos con funcionarios nacionales.
La denuncia fue presentada por el abogado
Santiago Dupuy de Lome y quedó registrada bajo el expediente CFP 1560/2025.
Según se supo, el caso recayó por sorteo en el Juzgado Criminal y Correccional
Federal N°12, a cargo del juez Ariel Lijo, con intervención del fiscal Carlos
Stornelli.
En su
programa “Viviana en Vivo”, por El Trece,
Canosa relató detalles del hecho
ocurrido en diciembre de 2011, cuando falleció Rosa Gallardo, madre de Tagliani.
Contó que recibió una llamada desesperada de su amiga en pleno almuerzo: “Lizy me llama llorando y me dice: ‘se
murió mi mamá y no tengo el acta de defunción, puedo ir presa’”.
La
conductora explicó que, ante la urgencia, llamó
a “una persona de mucha confianza” que sería, según trascendió, el entonces
ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, quien también fue denunciado. “Agarré el teléfono, miré mi agenda y llamé
a ministros, diputados, senadores… resolvimos todo. Llevaron a la señora a
la casa, firmaron los papeles y la devolvieron a la sala velatoria”, aseguró
Canosa en vivo.
La denuncia apunta a determinar si Canosa utilizó indebidamente contactos políticos para sortear trámites legales, lo que podría configurar tráfico de influencias y violación al principio de igualdad ante la ley. Según se desprende del escrito judicial, el rol del entonces ministro de Seguridad Aníbal Fernández será central en la investigación. La figura penal de “averiguación de delito” permite al fiscal iniciar una pesquisa preliminar para establecer si hubo delito.