Mientras Jorge Lanata continúa su internación en la clínica
Santa Catalina, una jueza impuso restricciones a la libertad de expresión,
prohibiendo a los medios mencionar al periodista.
Esta medida fue solicitada por su esposa actual, la abogada
Elba Marcovecchio, en medio de un escándalo que involucra denuncias cruzadas
con las hijas de Lanata, Bárbara y Lola, quienes la acusaron ante la Justicia
“por hurtar elementos de gran valor” y dinero en efectivo, así como afectar la
salud del reconocido periodista.
El juzgado civil N°8 de Buenos Aires, en su comunicado,
establece que “se prohíbe la difusión de cualquier información relacionada con
Jorge Ernesto Lanata, incluyendo su imagen, su vida privada, su situación
familiar y detalles del proceso judicial en curso”.
Debido a esto la Asociación de Entidades Periodísticas
Argentinas (ADEPA) rechazó hoy la decisión de un tribunal, por la cual se
prohíbe "la difusión por cualquier medio de prensa y comunicación" sobre
el periodista Jorge Lanata y su esposa Elba Marcovecchio.
Al respecto, la entidad consideró, a través de un
comunicado, que "se trata de una medida que debería ser dejada sin efecto
con mayor premura que la que precedió a su dictado, por ser incompatible en
letra y espíritu con las normas constitucionales e internacionales que prohíben
la censura previa".
"El artículo 14 de la Constitución Nacional y el
artículo 13 del Pacto de San José de Costa Rica son tan claros y rotundos en
esta materia que no se explica la ligereza judicial que los ha violentado",
añade la nota.
Además, la directiva de ADEPA remarcó que "La Corte
Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que cualquier medida
preventiva que impida el ejercicio de la libertad de expresión, incluyendo las
decisiones judiciales, constituye censura previa. Así, por ejemplo, el caso de
la película "La Última Tentación de Cristo" contra Chile.
"El juez, en tanto funcionario estatal, tiene vedado
decidir qué es lo que puede ver o escuchar la ciudadanía. Los periodistas son
responsables por lo que publican, pero esa responsabilidad solo se puede hacer
efectiva con posterioridad a la publicación", agregó.
Por tal motivo, el organismo sostuvo que esta decisión
judicial "puede ser fácilmente utilizada para proteger a los poderosos y
silenciar a las voces independientes, lo que representa un peligro para la
convivencia democrática y el debate público".