
La versatilidad y riqueza nutricional del repollo lo
convierten en una de las verduras más destacadas para mejorar la salud. Este
vegetal, accesible y presente en mesas de todo el mundo, aporta mucho más que
un simple acompañamiento.
De acuerdo con especialistas de Cleveland Clinic, diversos
estudios y expertos citados por Verywell Health, su inclusión regular en la
dieta fortalece el sistema inmunológico, promueve la salud digestiva y protege
el corazón.
El repollo pertenece a la familia de las crucíferas, junto
con el brócoli y la coliflor. Tanto el tipo verde como el morado ofrecen
perfiles ricos en vitaminas y minerales. En una porción de 100 gramos, el
repollo verde aporta solo 25 kilocalorías, 2,5 gramos de fibra y 36,6
miligramos de vitamina C.
El repollo morado entrega 31 kilocalorías, 2,1 gramos de
fibra y 57 miligramos de vitamina C. Ambos constituyen una fuente relevante de
vitamina K, esencial para la coagulación sanguínea y la salud ósea, y de
vitamina B6, importante para el metabolismo cerebral y energético. El repollo
morado además es rico en vitamina A y antocianinas, pigmentos antioxidantes.