Después de semanas agitadas marcadas por
audiencias judiciales en Milán y compromisos laborales que lo mantuvieron
en el centro de la escena, Mauro Icardi
decidió hacer una pausa. Siempre acompañado por La China Suárez y los tres
hijos de ella, emprendieron una escapada
al mar de Ibiza, en España, para disfrutar de unos días del verano europeo.
Como anticipó hace unos meses, el
futbolista quiere “sumar recuerdos” con su pareja. De ese modo,
protagonizaron postales de puro romanticismo a bordo de un yate, donde los gestos íntimos, los besos y los
mensajes románticos marcaron el pulso del viaje, que pronto se volvió viral.
Icardi compartió en sus redes sociales una
serie de imágenes que le tomó a la actriz, quien lucía una bikini blanca de dos
piezas y llevaba el pelo recogido en un rodete. Una de las escenas más
comentadas fue la que muestra a la China haciendo la vertical sobre una tabla
flotante, en una mezcla de destreza física y juego. Pero hubo más: también publicó una toma en primer plano del rostro de
su novia, capturado con devoción, casi como un retrato.
Y no
se quedó en lo visual. Icardi acompañó esa imagen con un mensaje corto, pero
contundente: “Con razón me enamoré”,
dejando así una huella escrita en medio del presente turbulento que viven como
pareja, atravesado por la separación del delantero con Wanda Nara y las críticas
constantes del entorno mediático.
No fue el único contenido que compartió.
Horas antes, Icardi había subido un álbum completo de fotos donde se lo ve
disfrutando del mar y del descanso junto a la actriz, luego de su paso por el
Festival Internacional de Cine de Ibiza. Cabe
recordar que ambos asistieron a la gala de los Ray of Light Awards, donde Suárez presentó Linda, la película que protagonizó y que se estrenó en 2024. De
esa manera, mostraron un pantallazo de su intimidad que no pasó desapercibida
entre los usuarios.
En ese otro conjunto de postales se los
puede ver relajados sobre una embarcación y sumergidos en el agua. Hay
fotos que muestran a la pareja abrazada, posando para la cámara con gestos de
cariño, y una en particular en la que se besan en primer plano. Ella rodea su
cuello con los brazos, él la toma de la cintura. Otra imagen que captó la atención muestra a La China flotando de
espaldas, con los ojos cerrados y los brazos extendidos, mientras el mar
transparente enmarca su silueta. La escena transmite calma, y funciona como
contrapeso a otras más dinámicas, como las que los muestran riendo sobre una
tabla inflable, entre juegos y chapuzones.
También hay un retrato de ambos en la proa
del yate, con el imponente islote de Es Vedrà como telón de fondo. El
lugar, uno de los más emblemáticos de Ibiza, fue elegido como fondo de una
imagen íntima que ellos mismo volvieron popular: abrazados, sonrientes, mirando
a cámara, y dejando que el paisaje hable tanto como ellos. Sin embargo, las postales de la pareja pasaron a un segundo plano a
medida que la sección de comentarios se llenaba de las reacciones de sus
seguidores, quienes no olvidan del pasado con Wanda e, incluso, dudan que este
amor sea verdadero.
“Los tatuajes no le permiten olvidar a
Wanda”; “La Tati sueña con ser Wanda, pero no le da”; “Esas fotos son re
forzadas”; “Están en el supuesto lugar favorito de Wanda, ella los acompaña a
todos lados”; “Respeten a sus hijos”, fueron algunos de los mensajes que se
destacaron con el pasar de las horas.
Y así, entre la espuma del mar y las luces doradas del atardecer balear, Mauro y La China parecen haber encontrado algo más que una postal perfecta: un paréntesis, una tregua, una forma de decirse que todavía están ahí, el uno para el otro, mientras el mundo opina desde afuera.