Caminar entre 9.000 y 10.000 pasos diarios reduce el riesgo
de muerte en más de un tercio y el riesgo de enfermedad cardiovascular en al
menos un 20%, según un estudio de más de 72.000 personas.
Sin embargo, la investigación, publicada por National
Geographic, subraya que incluso incrementos mucho menores en la cantidad de
pasos diarios ya aportan beneficios tangibles para la salud, especialmente en
personas con estilos de vida sedentarios.
La evidencia científica respalda que cualquier aumento en la
actividad física, por modesto que sea, contribuye a mejorar la salud
cardiovascular y a disminuir la mortalidad.
El estudio, liderado por el epidemiólogo Matthew Ahmadi de
la Universidad de Sydney, Australia, revela una relación directa entre el
número de pasos diarios y la reducción de riesgos para la salud.
“Cualquier actividad es buena. Cuantos más pasos se daban al
día, menor era el riesgo de mortalidad y enfermedad cardiovascular”, afirma
Ahmadi en declaraciones recogidas por National Geographic.