La semana
pasada en el programa “Basados”, que se emite de lunes a viernes por Minga, nos visitó Nicola
Pietracatella, el dueño de “Don Nicola”, un Almacén/Museo que se encuentra en
el corazón del Barrio Napostá, en 11 de Abril al 600.
Como
figura en la descripción de su cuenta de Instagram, se trata de “un almacén
como los de antes”, con abundante y buena comida y muchos objetos de colección
que los amantes de lo “vintage” van a saber apreciar: “Se ha vuelto una
zona comercial, que históricamente no lo fue, pero ahora se están tirando casas
para hacer negocios. En estos 10 años, este sector de la ciudad se hizo más comercial”,
aseguró Nicola sobre el pintoresco barrio Napostá, lamentablemente muy golpeado en las inundaciones del 7 de marzo.
Sobre cómo
nació este proyecto, el comerciante retrocedió hacia su infancia y contó: “Coleccionistas
debe haber muchos en Bahía. Esto surge de mi pasión por el museo. En mi
habitación ya tenía una especie de museo; ese fue mi hobby desde muy
chico. Empecé con las clásicas colecciones, tenía un poco de cada cosa; boletos
de colectivos, chapitas, tapitas, latas, los muñecos Jack… Todo eso se fue acumulando y preservando y, con el
tiempo, gente conocida me empezó a donar cosas porque, según ellos, era ‘la
persona ideal’ para que las tenga”, recordó.
“Cuando
llegó Daytona (un bar que estaba en la esquina de 12
de Octubre, donde ahora se encuentra una conocida cervecería), Mario Capriotti resultó ser una inspiración. Él tenía una forma
de decoración que no era muy común en Bahía. Y ahí dije ‘de estas cosas
tengo un montón’. Entiendo que tengo buen criterio, buen gusto y soy
prolijo, entonces eso me empujó a tener lo mío, empezando en un rinconcito de mi casa”, rememoró
Nicola.
Y luego
llegó el momento de transformar el hobby en un negocio: “Después, esta pasión, la del museo, se
mezcló con lo comercial, que era lo que uno siempre quiso hacer. Y el almacén
me parecía que era la unión perfecta para mezclar las dos cosas. Hoy este
tipo de locales están de moda. Y así nació el primero de septiembre de 2017, aunque
la restauración del almacén comenzó un año y medio antes. Hay una gran
conexión con la gente, de mucho amor y respeto, que perdura hasta el día de hoy”,
aseguró.
Por último, Nicola contó la historia de uno de sus “manjares”, “Los Fabulosos Tanos”: “Es un homenaje al Tano Antonelli, un amigo que falleció hace un tiempo. Un gran baterista que siempre aprecié y admiré y un amigo muy confidente. Él me animaba a hacer cosas nuevas y en su momento se me ocurrió armar un súper sándwich con las cosas que no se vendían, con mercadería que no se vendía y estaba buenísima. Así que un día le dije que iba a hacer un sándwich y que le iba a poner, porque en el almacén todo tiene su nombre, Los Fabulosos Tanos en honor a él. Si bien al principio no le convencía la idea, cuando empecé a publicarlos se hicieron conocidos. El Tano a los pocos meses murió y así quedó este homenaje”, completó.